viernes, abril 16, 2004

Mi primera vez, en clase de natación

Me gusta ir al jardí­n. Lloro un poquito cuando mamá se va, pero me olvido que no está hasta que vuelve a buscarme. Mi seño Cintia me cuida y me alza cuando le pido, pero casi siempre estoy jugando. Ayer hicimos maracas, o eso me dijo mamá cuando vio la mí­a, que en realidad la habí­a hecho la seño. Y antes de ayer vino el profe de música, y yo toqué todos los instrumentos que nos mostró y bailé todo el rato.

Hoy tuve mi primera clase de natación. Me llevaron mamá y la Coqui, y me cambiaron: con mi malla naranja con el moñito y una gorrita blanca, que no atiné a sacarme. Después se fueron y me quedé con la seño, que nos llevó a todos a la pileta. Me sentó en la grada más baja, y me quedé ahí­ porque en el jardí­n me porto muy bien. Papá se pregunta por qué no hago caso en casa, pero en el jardí­n sí­. Es muy grande para entender.

Habí­a dos maestras en el agua, y cuando me tocó a mí­ no lloré ni nada: ¡a mí­ me gusta el agua! Estaba tibia y linda, y me hicieron jugar mucho. Yo no sabí­a, pero mamá y la Coqui me estaban mirando atrás del cristal y dicen que la seño me mostró cómo meter la cabeza abajo del agua, pero que yo no le hice caso. Yo no sé, pero otro día voy a hacer burbujitas abajo del agua como ella.

Ahora tengo muchas ganas de que llegue el próximo viernes.

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