Un bautismo en Navidad

Fue en la misma iglesia en la que me bautizaron a mí. Gabrielito llegó de punta en blanco, con sus papás Silvia y Alexandre, y se sentaron en el mismo banco en el que mis padrinos y mis papis se sentaron el día de mi bautismo.


Yo también fui de punta en blanco, para que los padrinos de Gabrielito (mi mami y mi papi) se lucieran.


Hice algo de lío en la iglesia, pero me sacaron justo antes de que lograra entrar en el pesebre a jugar con todos los juguetes que había allí. Y a Gabrielito le hice muchos mimos. Entiendan, ¡es mi primito chiquitito!

Esta noche es Nochebuena

Y mañana, ¡Navidad!



Que sea muy feliz para todos.

A cargo de "la máquina"

Rompieron toda la calle. Papá y mamá juegan a "CSI", identificando huellas en el tierral que nos rodea y, a veces, se mete dentro de casa. Pero no importa, porque me hice amiga del que maneja "la máquina" y me dejó manejar un ratito.

Otro feliz cumple... esta vez, para mí

¡Ahora entiendo tanto preparativo! Es que, a veces, los grandes me desconciertan. Hoy festejamos mi cumple, con muchos amiguitos. Grandes y chicos cantaron, jugaron y se divirtieron.


Por supuesto, yo tuve que visitar la sala de los bebés. Allí jugué mucho con mi prima Nadia.


Mi prima Meli, como en todos mis cumpleaños (bueno, los dos que van hasta ahora) bailó árabe y deslumbró a todos.


Y claro, no se aguantaron. Primero me pusieron una coronita carioca; no contentos con ello, me disfrazaron de piñoncita. Mi prima Flor me ayudó a hacerme a la idea, y después todos bailamos el chu-chu-uá.


Me asusté con las bengalas...


...¡pero soplé mis dos velitas con mucha alegría!


Y mi primito Gabriel, al final, quedó más cansado que yo. Se durmió contento, con sus globos con forma de perrito, en brazos de mi tía Silvia. Con su abuela Gigí de un lado, y su tía abuela Coqui del otro.


Muchas gracias a todos. Por quererme, mimarme, y estar conmigo siempre.

¡Llegó Gabrielito!

Mi primito Carioca (pero de verdad, porque nació en Río de Janeiro) llegó hoy a Córdoba con su mamá y su papá, mis tíos Silvia y Alexandre. Así que, como no puede ser de otra manera, lo presento en sociedad, acompañado por su abu y su bisa cordobesas.

La Coqui cumplió años

Y lo festejamos como se merece. A punto tal que me dejé peinar. Pero claro, como ella no sabía cómo, tuve que ayudarla a apagar su velita.


Hoy, también, cumple años la tía Pao. A las dos, ¡muy feliz cumple!

La Fiesta del Fondo del Mar

La fiesta de fin de año del jardín fue muy colorida. Estuvo llena de bichitos que viven en el fondo del mar: estrellas de mar, caballitos de mar, pulpitos, medusas... Aquí pueden vernos a los más chiquitos, de la sala azul.


Ahora, sí, este pececito rojo les dice: ¡Se terminaron las clases!


¿Qué vamos a hacer ahora?

Un año (lectivo) en la pileta

Se terminaron las clases. Hoy fue la "exposición de natación", y todos los chicos tuvimos la oportunidad de mostrarles a nuestros papás y abuelos lo que aprendimos este año.


Mi seño Cintia me ayudó.


Después de pasado nuestro turno, Julián, Franco y yo nos dedicamos a ver lo que hacían los demás.


Y cuando terminaron todos, ¡los papás se metieron al agua con nosotros! Ésa fue la parte más divertida.

Aunque voy a ir a la escuela de verano, las clases "clases" se terminaron. Pero claro, yo no sé cuál puede ser la diferencia.

Visitas

Les presento a mi amiguito-primito postizo Máximo, que vino a visitarme hoy con su mamá. ¡Jugamos toda la tarde! (Nota de mamá: es decir, pelearon por los juguetes todo ese tiempo), hasta que llegó la hora de irse... y nos tuvieron que perseguir por toda la vereda de la esquina noroeste para alcanzarnos.


Es que nosotros somos así.

Otra vez de viaje

Hoy, mi bisabuelito Crisanto habría cumplido 100 años. Recordándolo, la familia (y la extendida) se reunió a celebrar su memoria en el club La Vuelta del Paraguayo, en Santa Fe.

Es decir que aprovecharon para juntarse todos de una vez, cosa difícil en una familia tan grande y que viven todos tan lejos. Me reencontré con mis primos segundos; sus papis, los primos de mamá y sus abuelos, los tíos de mami y hermanos de mi Aba. ¡Y mucha gente más!

Así quedé, mucho antes que terminara esta celebración y fuera hora de recorrer millones de kilómetros para volver a Córdoba.


¡Qué lindo estar en familia! Gracias, bisabuelito, por darnos esta oportunidad.

Estos zapatos me quedan grandes

...pero ¡no quiero devolverlos! (Aunque mi Belito tenga que andar descalzo un rato).

El cumple de Azul

¡Fue muy, muy lindo! Estaba lleno de chicos, y también de grandes. Miren qué linda la cumpleañera.


Mientras todos saltaban en el castillo, yo me dediqué a disfrutar del pelotero.


Sobre todo, ¡el tobogán! Y supongo que mamá también, porque esta foto es su nuevo fondo de pantalla. Me veo allí... aunque a veces me esconde atrás de otras ventanas.

Día de la Raza

Y en el jardín, lo festejamos.

¿Te escribo un mail?

Perá que prendo el monitor y te mando algo lindo.

Los sombreros de primavera

¡Aquí están, estos son...! (Presentando a Sofía y Matías, de la esquina suroeste).


Y el detalle de mi sombrerito-flor-con-mariposa de gomaespuma.

Maqui

Tiene cerca de quince años y fue bautizada en honor a su antigua dueña, Macarena, que la envió con su mamá para que, de ahora en más, juegue y duerma conmigo.



Todavía no tiene vestido, pero ya le vamos a encontrar algo. La abrazo y le canto; me encariñé instantáneamente con ella. Además, descubrí que cierra los ojitos cuando se acuesta así que me dedico a intentar arrancárselos, agarrándolos por las pestañas.



(Nota de mamá: imagínense cuando la niña tenga un hermanito-hermanita...)

Fin de los festejos

Felices, contentos y multicolores, los chicos terminamos de festejar esta semana de la primavera. Mi segunda primavera... ¿o será la tercera? No importa: a ninguna otra, antes, la disfruté tanto.

¡Feliz Primavera!

Para todos los chicos, para todos los grandes, les deseo que disfruten de esta primavera rara que tenemos entre nosotros. A los que estudian, doblemente ¡Feliz Día!

(Les debo la foto de los sombreros que mamá hizo para Matías de la esquina suroeste y para mí; estábamos sin cámara con pantallita así que tenemos que esperar un poquito...)

Anita "Schumacher"

Llegando a la pista de carreras, con el incondicional apoyo de mi escudería y mis fans (todos detrás de la cámara, claro)...



Aquí me ven, preparándome para el torneo, que ya estaba por comenzar.



Y finalmente, tuvo que venir la Guille a explicarme las reglas: no era como en los autitos chocadores. Igual, yo lo choqué a Patetín toda la tarde.



Me dieron un certificado por haber "participado activamente del III Torneo sobre Rueditas" de mi jardín. Ya me van a ver el año próximo... pero tengo que aprender a andar en el triciclo, porque voy a estar medio grandecita para pata-pata.

Mi primera semana del estudiante

Nadie sabe muy bien qué estudio (como no sea la forma de pasarla mejor) pero igual celebro mi semana con un cronograma de actividades completísimo. Aquí lo tienen:



Lunes: Torneo sobre rueditas (bicicleta, pata pata, triciclo).

Martes: Gran desfile primaveral (con sombreros primaverales, mami ya terminó el mío!)

Miércoles: Obra de títeres y sándwich gigante.

Jueves: Paseo en la calesita del Parque Sarmiento.

Viernes: Juegos Recreativos.

Será una semana completa, y no veo la hora de comenzarla.

Conversando conmigo

Tengo muchas conversaciones. Algunas las empiezo yo, por ejemplo, si alguien me falta unos días, yo lo cuento:

- No tá más Zintia. Ze fué.
- ¿Dónde se fue?
Como no sé, contesto: -Ze perdió.

Si no, me pueden preguntar cosas y yo les contesto:

- ¿Cómo te llamás?
- Anita Buízo

- ¿Qué sos?
- Arquiteta.

- ¿Cómo estás?
- Hemoza.

- ¿Qué estamos viendo en la tele?
- Patído. (Fútbol, siempre es de fútbol)

- ¿Qué estamos viendo en la tele?
- Carrera.
- Y ¿quién corre en la carrera?
- Autos.
- Claro, pero ¿quién maneja el auto?
- Chumáje.

También cuento qué son los dibujitos: autos y camiones son mis favoritos, pero reconozco las partes de una casa, animalitos, y colores. Mi favorito es el amarillo, tanto que a veces sólo contesto con esa palabra.

Contesto mucho que no, y pocas veces que sí. El 4 de agosto dije que sí por primera vez. Estábamos con papá, y mamá me preguntó:

-Anita, ¿querés tener un hermanito?

Fue mi primer sí. Y le diría lo mismo si me preguntara de nuevo, pero no se han animado, no entiendo muy bien por qué. Después me preguntó de nuevo mientras me filmaba para que todos me oyeran decir mi palabra nueva y, según dice, para recordármelo el día que se decidan a preguntarme en serio.

En el circo de Piñón

Fuimos todos los chicos del jardín, con nuestras seños y varias mamás que nos acompañaron. Llenamos toda la tribuna baja del estudio.



Mis seños Cintia y Valen cantaron karaoke.



Yo canté las canciones de Piñón Fijo, aplaudí, tomé la leche y comí zambuchitos.



Y, al final, me dormí. Estaba rendida del calor y del cansancio.

¿Tarde? ¡pero seguro!

La familia está feliz ahora que el domingo exigí el dominio de la cuchara y lo mantuve anoche. Ya como solita, sin ayuda. Desparramo la comida sin ayuda, también.



Dicen que "¡por fin!" y armaron gran escándalo de fotos y demás. Cosas de ellos, pero ¿qué se esperaban? ¿Que me iban a tener que dar de comer ellos hasta los dieciséis?

Toda una intelectual

Sólo los pedí prestados por un ratito...

Mi primera visita al cine

La salida la organizó el jardín, y mamá nos acompañó. Fuimos en ómnibus al centro, paseamos por una galería y subimos una escalera larga antes de entrar. Me gustó mucho los primeros veinte minutos que veía vacas (yo les decía "múuuu" y la gente me respondía "shhhhh") y caballitos (tuvimos una interesante discusión con mami sobre si el caballito era bayo o verde, como la canción) y pollitos (pío-pío-pá!)

Eso sí, a la media hora de subir y bajar jugando las escaleras del Gran Rex, mientras esperábamos que terminara la película y salieran las seños y el resto de los chicos, mamá me dijo que estoy muy chiquita para volver a ir al cine.

¡Feliz Día del Niño!

Ojitos color de cielo.
Ojitos de chocolate.
Ojitos color de miel.
Ojitos negro azabache.

No importa de qué color
sean tus ojos, mi niño.
Lo que quiero es que estén llenos
de vida y de mucho brillo.

Ojitos de travesura,
de risa, de picardía.
No quiero ojitos llorando,
sólo ojitos de alegría.

Me lo dijo mi seño Cintia hoy y así, con mucha alegría, es que espero que disfruten todos de su día. Sí, todos, sean niños viejitos o niños jovencitos.

El domingo celebramos todos.

¡Llegó el regalo para mamá!

En dos días cumple años, pero su regalo ya está aquí. Venía dentro de un regalo para mí.