Es decir que aprovecharon para juntarse todos de una vez, cosa difícil en una familia tan grande y que viven todos tan lejos. Me reencontré con mis primos segundos; sus papis, los primos de mamá y sus abuelos, los tíos de mami y hermanos de mi Aba. ¡Y mucha gente más!
Así quedé, mucho antes que terminara esta celebración y fuera hora de recorrer millones de kilómetros para volver a Córdoba.
¡Qué lindo estar en familia! Gracias, bisabuelito, por darnos esta oportunidad.