Fuimos todos los chicos del jardín, con nuestras seños y varias mamás que nos acompañaron. Llenamos toda la tribuna baja del estudio.
Mis seños Cintia y Valen cantaron karaoke.
Yo canté las canciones de Piñón Fijo, aplaudí, tomé la leche y comí zambuchitos.
Y, al final, me dormí. Estaba rendida del calor y del cansancio.